Descripción
La creación del imperio austriaco es una respuesta al primer imperio francés, y era básicamente un imperio multinacional que englobaba las posesiones patrimoniales de los Habsburgo. Quizás fue un movimiento para evitar que Napoleón pudiese optar al título de emperador del Sacro Imperio, y garantizar el título de emperador de Austria para la familia Habsburgo. Hasta la disolución formal del Sacro Imperio en 1806, ambos imperios estuvieron parcialmente solapados.
El Reino de Hungría se administraba de forma totalmente independiente, y queda así garantizado en su constitución.
Hasta 1848, bajo el control del canciller Metternich, el imperio austriaco será una de las potencias europeas, preocupadas por mantener el control y el equilibrio de fuerzas. Las revueltas de 1830 harán tambalearse el regimen inicialmente, pero las de 1848 acabaran con la era de Metternich.
La parte final de esta época va a estar marcada por las amenazas externas, inicialmente por el Reino de Cerdeña, y finalmente Prusia que con su derrota en 1866, forzará el compromiso Austro-Húngaro de 1867, que conforma el Imperio Austro-húngaro.
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