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Cápsulas y empresas certificadoras

Hay cápsulas de todo tipo, pero hoy voy a hablar del encapsulamiento de monedas por compañías de graduación y certificación independientes. Seguramente has visto monedas encapsuladas en pequeños estuches de plástico que llevan una corta identificación de la moneda, el grado de conservación que le atribuyen y un número identificativo de la cápsula. Pues bien, en principio no parece mala idea, porque consigue hacer que una moneda con un montón de detalles sobre su estado de conservación, se convierta en un objeto que se puede resumir en un número de la escala sheldon (de 1-70).

En efecto, se intenta objetivar un objeto muy variable, para simplificarlo ante inversores sin conocimiento… y se puede decir que han tenido mucho éxito, sólo así se explican las importantes diferencias de precio por cambios apenas perceptibles de MS64 a MS65, o de MS65 a MS66. En la página de PCGS, uno de estos servicios, tienen una guía de precios, y podemos ver por ejemplo que un Dollar Morgan de 1878 y ceca de Carson City, pasa de valer 550 $ en MS64 a 1500 en MS65 y 4000 $ en MS66. Una diferencia muy sutil para la mayoría de los coleccionistas y comerciantes.

https://www.pcgs.com/prices/detail/morgan-dollar/744/most-active

Ya sé que el mercado ha impuesto el deseo por piezas mejor conservadas, pero creo que no soy el único que no quita valor a las piezas circuladas, y que considera cada moneda, testigo histórico de un momento único, y reflejo de quienes vivieron y dieron valor a esa moneda. Personalmente, siempre he considerado la conservación como un aspecto importante, pero sobre todo por la no vuelta atrás de la misma. Es decir, quien tiene una moneda EBC, podría llevarla con paciencia a un MBC, aunque carezca de sentido, pero una MBC nunca puede volver a ser una EBC… Esto resulta evidente, y creo que justifica una diferenciación en precios. Además, hay series que son preciosas en SC, y que pierden mucho al circular. Se me ocurre por ejemplo la serie de escudos en plata (2,5, 5 y 10) de Portugal de 1932-1951 que con poco desgaste, ya se quedan francamente mal. Pero aparte de estos casos, pienso que la evolución de los precios en el mercado está desatada por la especulación. Especulación por otro lado alimentada por estas empresas de certificación, porque estoy convencido de que sin ellas, nadie se aventuraría a pagar esas diferencias en precio, por cambios tan sutiles. Al final hacen posible la especulación. Por otro lado, no son perfectas… creo que este ejemplo lo dice todo:

https://www.sixbid.com/en/heritage-auctions-inc/1104/spain/1028747/republic-10-centimos-1938-km756

10 céntimos de la II República de 1938 en MS61… típica falsificación para rellenar huecos, de la que yo mismo compré una de niño por 100 pesetas… menos mal que no se vendió… y no sólo eso, está retirada de la web de Heritage, porque es un patinazo importante… Y este es parte del problema… te fías de una de estas empresas y relajas la vigilancia, y lo que es peor, esta es una falsificación burda, pero… ¿Qué pasaría si fuese una falsificación decente? al meterla en la cápsula, anulas parte de los controles que puedes hacer, sobre todo el canto…

Por tanto y como resumen, estas empresas han facilitado la creación de unos estándares de graduación algo más claros, pues hay ya millones de piezas encapsuladas por ahí, y aunque es cierto que existe una cierta inflación de las conservaciones (https://www.coinworld.com/news/precious-metals/gradeflation-encourages-mutually-profitable-resubmissions.html), creo que en general han ayudado a mejorar el panorama. Pero el precio es una especulación galopante que beneficia a la propias empresas y a los especuladores, facilitando que inversores hagan entradas en la numismática, sin los conocimientos necesarios. Y por otro lado, alejar las monedas del coleccionista que ya no puede tocarlas, y además, dificultar más aún el almacenamiento de la colección. Para aquellos que buscan unas pocas monedas valiosas, está bien, pero a los locos que nos gusta coleccionar cosas muy diversas…

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Conservación

La conservación es el estado de desgaste en el que se encuentra una moneda. Es el principal parámetro que incide en el precio de una moneda, y por ello se ha convertido en un elemento de ardiente discusión entre coleccionistas y comerciantes. A esta situación se une, el que hace ya bastantes años, existen empresas que se han especializado en certificar el grado de conservación de las monedas y encapsularlas. Hablaré más de estas empresas en otra entrada, pero no tengo más remedio que referirme a ellas en parte también.

De momento decir que el problema se complica cuando uno intenta pasar los estándares de conservación de un país a otro. Creo que gran parte de la confusión en quienes nos dedicamos a moneda “internacional”, es la mezcla entre los estándares americanos y los españoles “tradicionales”. En este mundo globalizado, con plataformas como Sixbid, Numisbids, emax… etc. que presentan subastas de todo el mundo al alcance de un clic, este problema ha crecido. Yo he decidido usar el sistema americano con traducción literal, que es lo que propone el Standard Catalog of World Coins (KM) en sus primeras páginas, dónde podemos encontrar una tabla así:

ProofUnc.Extremely FineVery FineFineVery GoodGoodPoor
USPRFUNCEF or XFVFFVGGPR
SpainPruebaSCEBCMBCBC+BCRCMC
FrFBFDCSUPTTBTBBTBCBC
Tabla de conversiones de conservaciones según KM

Realmente, el sistema español no se corresponde con esta conversión a poco que veamos unas cuantas subastas de Vico, Cayón, Aúreo… De hecho, he incluido la correspondencia francesa, porque es más similar a la nuestra, y empresas francesas como CGB han hecho una conversión más adecuada de las escalas, que comentaré a continuación. Pero para entender mejor esta conversión, es necesario hablar de la escala Sheldon. En 1949, William H. Sheldon, presentó su escala de conservación basada en 70 puntos, para la correcta graduación de los centavos americanos. La ANA, asociación numismática americana, la adoptó con ciertas modificaciones y en los 70 la extendió a todas las monedas americanas. Esta escala, complementa aportando más información a los grados que se mencionaban más arriba. No se usan todos los números, y más o menos la sucesión es la siguiente. PO1, FR2, AG3, G4, G6, VG8, VG10, F12, F15, VF20, VF25, VF30, VF35, XF40, XF45, AU50, AU53, AU55, AU58, MS60-70. Como vemos, respecto a la tabla simplificada de arriba, tenemos el FR, o Fair que se situaría entre Poor y Good, luego aclarar que MS es “Mint State”, y por tanto equivalente a UNC, y por último la inclusión de AU, o about uncirculated entre XF y UNC. Esta escala es de más complicada aplicación por su complejidad y sutileza, sobre todo en el grado MS. Y es esta en la que se han especializado las empresas de certificación como NGC o PCGS, extendiendo la escala a todas las monedas “modernas” del mundo.

Pues bien, si nos fijamos en CGB, su secuencia es la siguiente, M1, AB3, B6, B10, TB15, TB20, TB30, TTB40, TTB45, TTB50, SUP55, SUP58, SPL63, FDC65, FDC70. Y como queda claro, han mantenido la numeración Sheldon. Por tanto, podemos ver que la tabla de correspondencia que presenta KM, se descompone, pero tenemos una correspondencia más adecuada a la escala tradicional francesa o española. En ella, centrándonos en la parte importante, tendríamos la siguiente tabla:

Unc.About Unc.Extremely FineVery FineFineVery GoodGoodPoor
USUNCAUXF or EFVFFVGGPR
SpainSCEBCMBCBC+BCBC-RCMC
FrFDC SPLSUPTTBTBTBBBM
Correspondencia más o menos real

Y aquí podemos ver uno de los mayores problemas. Al traducir literalmente, mucha gente sin experiencia en el mercado internacional, convierte EBC por XF, llevándose alegrías o decepciones, ya que corresponde mas bien a una AU americana. Yo he optado por usar un sistema más parecido al presentado por KM, porque estoy convencido de que acabarán armonizándose por debajo, como suele suceder con estas cosas. Todos preferimos que nos digan que nuestra moneda es AU (que literalmente parece SC-), a que nos digan qué es EBC.

En esta página de PCGS, se puede ver más sobre sus criterios:

https://www.pcgs.com/grades

En cualquier caso, hoy en día con la omnipresencia de fotos en páginas web de subastas, es cierto que el grado de conservación indicado, ha pasado a un segundo plano para las monedas circuladas, pues se puede apreciar la foto para distinguir por uno mismo. Pero el mercado se ha vuelto loco en el grado sin circular (11 grados en total en la escala de Sheldon, y precios que en ocasiones se duplican o más al pasar de uno a otro), y ahí es dónde se ha creado la necesidad de certificadores externos, sobre los que hablaré en otra entrada.