Descripción
Los británicos llegaron a Sri Lanka en 1796 y gradualmente establecieron su control sobre la isla, desplazando a los reinos locales y consolidando su autoridad. En 1802, el Tratado de Amiens entre Gran Bretaña y Francia otorgó oficialmente el control británico sobre Sri Lanka, que se conocía como Ceilán en ese momento.
Bajo el dominio británico, se implementaron cambios significativos en la estructura política, económica y social de Sri Lanka. Se estableció un sistema colonial de administración con gobernadores y funcionarios británicos. La isla se convirtió en una importante colonia productora de cultivos como el té, el café, el caucho y el coco, lo que llevó a cambios en el sistema de tenencia de la tierra y a una mayor dependencia de las plantaciones.
La colonización británica también tuvo un impacto en la sociedad cingalesa y tamil. Se introdujo la educación occidental y se establecieron escuelas y universidades. Además, se promovió la migración de trabajadores indios, principalmente tamiles, para trabajar en las plantaciones.
A medida que avanzaba el siglo XX, aumentaron las demandas de independencia y autonomía por parte de los líderes políticos y el movimiento nacionalista en Sri Lanka. El Congreso Nacional de Ceilán, liderado por figuras como D. S. Senanayake, S. W. R. D. Bandaranaike y Don Stephen Senanayake, abogaron por la independencia y la autogobernanza.
Finalmente, en 1948, Sri Lanka logró su independencia pacífica del dominio británico y se convirtió en un Estado soberano. Sin embargo, la herencia de la colonización británica, incluida la estructura administrativa, el sistema de justicia y la economía de plantaciones, continuaron influyendo en la política y la sociedad de Sri Lanka.
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