Rumania, Reino, 1 Leu – 1911

Descripción

Las grandes potencias respaldaron la total independencia de Rumania en el Congreso de Berlin, y Carol I fue coronado Rey en 1881. El congreso concedió a Polonia el delta del Danubio y Dobruja.
Temiendo el expansionismo ruso, Rumanía se alineó con Alemania y Austro-Hungría, aunque la opinión pública era contraria a Austro-Hungría, por el tema de la Transylvania incluída en el imperio, y sus conflictos dentro de Transleitania. Con esta alianza, Rumanía se anexionó la parte sur de Dobruja a consta de Bulgaria en las guerras balcánicas. Pero en la primera guerra mundial, con la promesa de territorios del imperio Austro-Húngaro, Rumania entró en la guerra en 1916 con la triple entente. Fue rápidamente invadida en su mayor parte por las potencias centrales y la salida de la guerra de Rusa, le forzó a capitular en 1918. Pero por otro lado, la guerra civil en Rusia, le permitió anexionarse la provincia de Besarabia. El final de la guerra con la capitulación de Alemania, facilitó que Rumania pudiera añadir las regiones del imperio con mayoría de población rumana, aunque la Unión Soviética nunca aceptó la incorporación de Besarabia
Entre 1918 y 1921 se realizaron importantes reformas agrarias, repartiendo tierra entre los agricultores y a pesar de la presencia de múltiples estnias, se unificó la educación en Rumano.
Los años 30 vieron el arrinconamiento de los partidos de corte más democrático, por la Guardia de Hierro de corte antisemita y próximo a la Alemania de Hitler, favorecido por el corte autoritario del Rey Carol II. Este disolvió las cortes y prohibió los partidos políticos en 1938, y convencido tras el pacto de Munich de la debilidad anglo-francesa, alcanzó un acuerdo económico con la Alemania Nazi en 1939 (que necesitaba el petroleo Rumano). A pesar de esto, en 1940 Rumanía tuvo que ceder Besarabia a la Unión Soviética, Dobruja a Bulgaría y parte de Transilvania a Hungría, pérdidas territoriales que forzaron la abdicación del Rey en su hijo, y la transformación del Reino, en un estado totalitario tutelado por el General Antonescu.
En cuanto a la numismática, Rumania se alineó con los principios de la Unión monetaria Latina, emitiendo monedas de oro y plata en ese formato con el Leu como unidad monetaria. En 1927 con la disolución esta entidad, y al igual que los demás países, comenzaron la acuñación en otros metales y tamaños.