Descripción
En 1603, Jaime VI, Rey de Escocia, se convirtió en Rey de Inglaterra y de Irlanda, formando la unión personal de los tres reinos. El Rey pudo forzar un mayor control de los clanes, pero a pesar de todo, Escocia fue un estado separado durante todos estos años.
A finales del siglo XVII, la compañía de Escocia, intentó asegurar una colonia en el istmo de Panamá, pero su fracaso arruinó a la mayoría de terratenientes escoceses. Esta situación y cierto miedo a una invasión inglesa, favorecía que en 1706, tanto el parlamento inglés como el escocés, votasen favorablemente el tratado de la unión, creando el Parlamento de Gran Bretaña en 1707.
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