Descripción
En plena ocupación de Japón, la nueva constitución entró en vigor en 1947 e incluía los derechos y deberes habituales en las constituciones liberales, incluyendo el sufragio universal. En 1951 se normalizaron formalmente las relaciones con EEUU, y la ocupación terminó al año siguiente.
El emperador pudo continuar, pero con las características propias de una monarquía constitucional, renunciando a los derechos divinos.
Si bien los planes aliados iniciales para Japón, no deseaban una economía potente, al igual que con Alemania, el desarrollo de la guerra fría hizo cambiar este planteamiento. El primer Ministro Yoshida, ayudó en esta tarea, enfocando el desarrollo japonés en la economía, y asegurando un lazo fuerte con EEUU, que desplazase la política exterior a un plano secundario.
La guerra de Korea fue un impulso fundamental para la economía japonesa que en 1949 ya había conseguido equilibrar el deficit. Para 1955 ya había superado los valores anteriores a la guerra.
La economía se centró en la tecnología y en la calidad copiada de occidente con los zaibatsu (corporaciones gigantescas con negocios muy dispares) ya disueltos en la posguerra.
La economía de Japón sufrió una burbuja a finales de los 80 que se transformó en crisis en los 90, de la que no se ha recuperado realmente.
En numismática, el periodo comienza con el yen de aluminio, los 5 yen de latón, los 10 yen de bronce y el resto de monedas de circulación en niquel (50 yen) y plata (100 yen), que a los pocos años, proseguirán en cuproniquel, y que seguirán sin cambio durante décadas.
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