Descripción
En época de los Austrias, Navarra continua con sus acuñaciones locales, pues la península no estará unida de forma centralizada hasta las reformas de los borbones y por tanto se mantienen los privilegios de las cortes propias en cuanto a las acuñaciones. En el caso de los perdedores en la guerra de sucesión, perderán sus fueros en época de Felipe V con los decretos de nueva planta, y los últimos territorios lo harán con Isabel II en medio de las guerras carlistas, perdiendo definitivamente las cortes y la capacidad de legislar, aunque mantuvieran aún alguna particularidad como el caso Navarra, que pierde la condición de Reino y cortes en 1841, aunque con una nueva legislación dirigida a suavizar el cambio, aunque mana ya de las cortes españolas y por tanto ya no son soberanos para su cambio.
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