Descripción
Tras la muerte de Alfonso el batallador sin descendencia, se produce la separación de los Reinos de Aragón y Navarra. Alfonso deja su Reino a las órdenes militares, pero la nobleza aragonesa elige a su hermano Ramiro como Rey de Aragón, y los Navarros a García Ramírez como Rey de Navarra.
Ramiro, en aquel momento obispo de Barbastro, se hace cargo del gobierno y se casa para asegurar un heredero. Después de descartar la unión con León, se decide a casar a su hija Petronila (de un año de edad), con el conde Ramón Berenguer IV de Barcelona. Después de esto, Ramiro volvió a la vida eclesiástica, dejando de hecho el ejercicio del poder.
El hijo de Petronila y Ramón Berenguer IV, Alfonso II de Aragón, será el primer Rey efectivo del nuevo Reino, con dos orientaciones e inquietudes distintas. Por un lado, el Reino de Aragón, competía con Castilla por el avance hacia el sur, y por otro, Cataluña miraba hacia el norte, occitania, y hacia el mediterráneo. Alfonso II firmó los acuerdos de Cazorla, por el que los Reinos ibéricos dividían su áreas de influencia, y se aseguró así Valencia, a cambio de renunciar a Murcia. Este acuerdo era necesario para hacer efectiva su prioridad, que al igual que la de su padre, sería potenciar el control de la Occitania, en pugna con los reyes franceses. La cruzada albigense en el s.XIII, limitaría la expansión en esta zona, al perecer Pedro II en el conflicto.
Jaime I volvió a un etapa de expansión, incluyendo la mayor parte del Reino de Valencia, Ibiza y Mallorca. Las Baleares y algunos otros enclaves, fueron desgajados como un Reino Vasallo a favor de Jaime II, y así permanecerían hasta su nueva incorporación al Reino de Aragón en 1349.
En 1282, los sicilianos se levantaron contra el control angevino, y Pedro III casado con Constanza Hohenstauffen, acudió a la llamada. La excomunión del Rey por el papa, causó un fortalecimiento de la nobleza, conocido con la Unión de Aragón, que limitaría mucho el poder real.
En 1324, los aragoneses, con el favor papal, también comienzan a invadir los asentamientos pisanos en Cerdeña. En 1347 entrarían en guerra con Génova que controlaba el norte de la isla. El Juzgado de Arborea, fue más difícil de someter, y por tanto, la isla en su conjunto no estaría controlada hasta 1420.
Las posesiones griegas de Atenas y Neopatria se perdieron en 1388 en favor de los florentinos, y Sicilia se mantuvo independiente desde Martin I, pero el Reino de Napolés entró en la órbita con la conquista de Alfonso VI en 1442. Las posesiones marítimas del Reino eran controladas mediante las élites locales, siendo en realidad, más posesiones económicas que realmente políticas.
En 1410, Martín I falleció sin descendencia y en el compromiso de Caspe, se eligió a Fernando de Antequera como Rey, lo que ya suponía que a la larga implicaría la proximidad a Castilla. Esto ocurriría con el hijo de Fernando II e Isabel de Castilla, Carlos I que heredaría todas las posesiones de sus padres y abuelos, incluido el Reino de Aragon en 1516.
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