Descripción
Tras la reunificación alemana ejecutada por Bismarck bajo el control prusiano, Prusia se integra como un Reino en el imperio alemán, del que su titular toma además el título de Kaiser o emperador aleman.
Inicialmente el imperio alemán era una extensión de la confederación alemana del norte anterior, es decir, una mera extensión de Prusia que mantenía todas sus estructuras.
Pero esto tenía algunos problemas importantes, como por ejemplo la imposibilidad de recaudar impuestos imperiales de forma directa, ya que sólo las aduanas y otras pequeñas tasas dependían directamente del imperio.
Bismarck intentó resolver algunos de los problemas del imperio con éxito parcial. Las reformas sociales que introdujo, calmaron los miedos a una revolución comunista, pero otros problemas como la no germanización de la población polaca, no avanzaron en absoluto.
En 1888 tras la muerte prematura de su padre, llega al poder Wilhelm II, con limitada experiencia y bastante reaccionario. Pronto los roces con Bismarck se hicieron insostenibles, obligándole a dimitir.
Con el final de la guerra mundial, el Kaiser tuvo que abdicar y Prusia se convirtió en un estado libre dentro de la República de Weimar.
Con la unificación, se modificó el sistema monetario tradicional de Alemania, convirtiendose el Marco aleman en la unidad de todo el imperio, dentro del patrón oro, e igualandolo a 1/3 de Vereinsthaler.
Se acordó, que las emisiones desde 1 pfennig hasta 1 marco, serían uniformes para todo el imperio, y las de valor mayor serían realizadas por los distintos estados federales con un reverso común.
En 1914 con la primera guerra mundial, se abandonó el patrón oro y la convertibilidad del dinero.
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