Descripción
El cargo de conde palatino, es establecido por la dinastía Merovingia como un cargo de designación, que representaba al Rey en determinadas zonas, en contraste con los Duques, que en la práctica eran independientes. Este cargo, va progresivamente convirtiendose en hereditario a lo largo de la edad media.
Por la presencia real en Aquisgrán, el conde palatino de esta región (Lotaringia), era el más importante y con el tiempo, el único que no fue absorbido por el duque local.
Desde el año 1085, en la práctica la autoridad del conde palatino en Lotaringia, desapareció, y se convirtió en un magnate medieval más de sus propias tierras, que pasaron a conocerse como Condado Palatino del Rin. Era simple reflejo de que mantenía el título, aunque no la autoridad.
Así, Conrado I del Palatinado, miembro de la familia Hohenstaufen (medio hermano de Federico Barbarroja), se convirtió en le primer conde palatino del Rin hereditario.
Tras la muerte sin herederos de Enrique el joven, Federico II pasó la herencia a la familia Wittelsbach de Baviera, que mantendría el condado hasta la caíd del Imperio aleman en 1918.
En 1356, la bula de oro, reconocía al Conde Palatino del Rin como uno de los electores del emperador.
La guerra de los 30 años estalla cuando Federico V del Palatinado, protestante es nombrado Rey de Bohemia. Tras la batalla de la montaña blanca, es desposeido de sus títulos que pasan a la rama católica de la familia, y Maximiliano I de Baviera, toma el título, pasando a ser elector de Baviera.
Con Carlos Teodoro, se unen los títulos de elector palatino y elector de Baviera en 1777.
En 1795, Francia se anexiona la margen izquierda del Rin, y en 1805, con la paz de presburgo, los territorios de la margen derecha son anexionados por el elector de Baden, terminando con el condado palatino.
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